No te quejes si caes y tienes que levantarte, si sigues un camino y tienes que torcerlo, si encuentras dolor y tienes que enfrentarlo, si planeas un vuelo y tienes que acortarlo. En esta lucha radica el verdadero milagro de la vida, que tus ojos miren, que tus oídos oigan, que tu cerebro funcione, que tu sensibilidad sienta y por último y fundamental, que tu corazón ame.