Yo no quiero ya jurar, ya no quiero prometer, sólo mireme a los ojos y averigüe si cambié. Yo no la quiero convencer, ni la quiero impresionar, sólo présteme una tarde y le regalo mi verdad.
Porque usted me hizo enfrentar con lo peor de mí y en mi lado más oscuro me descubrí...
No olvide que la espero, no espere que la olvide, si por usted me muero, me muero cuando ríe corazón.
No olvide que la quiero, no quiera que la olvide, si cada vez que puedo me pierdo en el sonido de su voz.
Porque algo en mí cambió, porque algo en mí sembró,
Porque usted ha domado lo que nadie en mí domó.